viernes, 21 de febrero de 2014

Romper el Hielo. De la palabra a la frase


Cada alumn@ de 1º ESO eligió tres palabras sugerentes que escribió en trozos de papel y depositó en una caja. De esa caja se extrajeron cinco palabras en intervalos de dos minutos. La actividad consistía en que cada alumn@ comenzara a escribir un relato e incorporara a dicho relato la palabra nueva en el momento que saliera. Entre todos los alum@s se eligió un relato que publicamos a continuación (Las palabras mostradas en negrita son las extraídas de la caja). 

Relato escrito por María Lorenzo Salas: 

Alto era el señor Wilson, con un buen bigote, que a veces usaba de escoba para barrer la puerta de su casa. Vivía en un pueblo perdido de Norteamérica. A su vecina le gustaba sabotear todo lo que hacía, mandaba a su perro, que era feo feo, a que le orinase las plantas, a las que tenía envidia, ya que en su jardín no crecía nada, no iba ni el cartero. Un día, el señor Wilson estaba tranquilamente viendo la tele cuando de pronto pasó una mosca por delante de su bigote. Al verla, enloqueció de amor, su color era tan ashdjhs, sus patas peluditas y ¡¡tenía mil ochocientos ojos!! el único problema era que si necesitaba gafas, se iba a arruinar. La vecina, oliendo el amor que salía por la ventana, muerta de celos, le mandó un Whatsapp de cadenita que decía que si no lo reenviaba a quince amigos, el amor de su vida se iría para siempre. Él no sabía si bloquear a la vecina por pesada o hacerle caso. No quería perder a su amada mosca, a la que tanto quería y a la que había entregado su corazón. Finalmente pasó de la vecina porque creía que era una bobada, poco después su mosca se murió. Para poder superar el trance y seguir adelante, fue a la tienda de la esquina y compró una piruleta que le endulzara la vida, mientras se la comía entre llantos, se le enredó en el bigote y se atragantó. Tuvo suerte y una señora que pasaba por allí le hizo el boca a boca y surgió química entre los dos. El señor Wilson se había vuelto a enamorar, y mientras los dos regresaban a casa embelesados, la señora se cayó a una zanja y se reunió con la mosca.

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